martes, 31 de agosto de 2010
CUENTO PARA DESPISTAR A LA POLICÍA (Alfonso Pascal Ros)
Se fue por ahí y eran dos
uno joven y otro también
a la salida rompieron el hermetismo de las rosas
y incendiaron e estiraron el cinturón del teletipo
por eso al llegar estedes
encontraron los dígitos temblando
se fue por ahí y eran dos o tal vez tres
Juraría que uno de ellos tenía la cara de pez
llevaban encendidos los zapatos
y disimulaba un cancer cuadrado bajo el brazo
golpearon a un hombre honrado
abofetearon a un marinero borracho
que les tapaba la salida
los poetas los niños las mujeres y los niños
se escondieron bajo la lámpara
déjese de tonterías y al grano
empezaba a hartarse el inspector
está bien pero yo no tengo la culpa
de que el método tres barra once
no resulte conforme a lo previsto
en el manual de perfecto policía
pruebe con el suero o con el ácido o con los electrodos
llame a su mamá allá usted si está prohibido
es su carrera la que está en juego no la mía
por qué no se marcha tengo un libro a medio romper
se lo contaré por última vez
hablo en serio señor comisario
aunque a veces meta los bolsillos en las manos
como era jueves me quedé dormido en la pecera
la verdad es que a esas horas del día
no recuerdo los detalles
sólo que oí voces y me oculté de espaldas al palo mayor
no me has entendido o qué
el pobre sargento sufre deformación profesional
pero cualquiera se lo dice
por la calle huían dos o tal vez seis pero yo era un niño
y ademas esta historia
se la conte a usted hace más de treinta años
-LOS VÍNCULOS DEL VERDUGO 1993-
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